Miguel Cardozo, Vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) alertó que la industria minera de ese país se encuentra bajo amenaza constante. En particular, se refirió a la situación que afrontan Las Bambas y Cuajone.
Cuajone es la segunda mina más grande de la empresa en Perú después de Toquepala y está paralizada desde fines de febrero por el bloqueo de una línea férrea que usa para trasladar sus concentrados y el corte de agua en medio de una protesta de una comunidad que exige una indemnización de US$ 5,000 millones por el uso de sus terrenos y una participación de 5% de las ganancias de la empresa.
Por su parte, la planta concentradora de Las Bambas tiene una capacidad instalada de 145.000 toneladas por día (t/d), y genera concentrado de cobre (Cu) y molibdeno (Mo) como producto. A pesar de que Las Bambas es definida como una de las operaciones mineras que busca fomentar el diálogo con sus grupos de interés, y promover un modelo de desarrollo sostenible de la mano del Estado peruano, desde el martes 1 de marzo continúa el bloqueo del corredor minero del sur por parte de los comuneros que anunciaron que cultivarán en la ruta. Los mismos exigen a la compañía minera que los considere parte de la “zona de influencia directa” por el negativo impacto medioambiental que genera el paso de vehículos de alto tonelaje por su territorio.
Según Cardozo, estas situaciones están poniendo en riesgo a cerca de 1 millón de toneladas de cobre fino y eso va a significar pérdidas millonarias en impuestos para el Estado peruano: “Estamos siempre bajo amenaza. Por ejemplo, Las Bambas es un claro ejemplo de lo que ha pasado desde que empezaron a producir en el 2016. Estamos hablando de una pérdida de más de 600 mil toneladas de cobre, que se dejaron de producir desde el 2016 hasta fines del 2021”, indicó a través de la Red de Comunicación Regional del Perú..
El Ingeniero agregó que hay una competencia entre diversos sectores de las comunidades en las zonas de operaciones, en generar estas acciones violentas y bloqueos de las vías: “En el caso de Cuajone se ha llegado al extremo de tomar el reservorio de agua que alimenta a toda la planta y también al campamento y a la población en general, incluyendo hospitales”,
El directivo advirtió que cerca de 1 millón de toneladas de cobre fino de producción estarían en riesgo: “Esto es muchísimo, nosotros llegamos actualmente a cerca de los 2.5 millones de toneladas de cobre fino y la idea es que con Quellaveco tenemos que acercarnos a los 3 millones”, apuntó.
“En un momento en que el precio del cobre se mantiene alto y tenemos la proyección de que a partir del 2025 el precio del cobre podría subir 50%, es decir a 6.80 dólares la libra. Si tenemos cobre y tenemos proyectos listos para avanzar y que están bloqueados, es una especie de suicidio colectivo”, precisó. “La cosa es que nosotros podemos producir en minería y generar desarrollo. Tenemos la oportunidad y estamos a punto de perderla y nadie hace nada desde el gobierno”, subrayó.