Con presencia en Chile, Perú, Ecuador y Colombia, Bluetek es una cleantech que nace con el propósito de brindar tecnologías limpias al mundo. En una charla exclusiva con América Minera, el Jefe de Ingeniería de la empresa, Eduardo Jiménez, explica los beneficios que ofrecen las soluciones para el tratamiento y desinfección del aire en todo tipo de ambientes.
¿Cuál es la importancia de la calidad del aire en minería?
La calidad del aire es un problema transversal a la sociedad, todo el mundo respira, y por lo tanto se encuentra expuesto a enfermedades relacionadas con el nivel de contaminantes presentes en el aire. Este problema se acentúa aún más cuando hablamos de personas expuestas a trabajos donde los contaminantes son producto de la actividad realizada. En el caso de la minería, los procesos extractivos y de refinación exponen a los colaboradores a contaminantes mucho más peligrosos que los que están en contacto con la población general. Dentro de los contaminantes más peligrosos se encuentra el polvo de sílice, el cual proviene de las rocas pulverizadas, y a la que una larga exposición supone un riesgo para su salud, provocando enfermedades como la silicosis y daños pulmonares irreversibles. También existen otros procesos, como los relacionados al ácido sulfúrico, que liberan dióxido de azufre al ambiente, provocando crisis ambientales como la que ocurre hoy en día en Ventanas, exponiendo no solo a colaboradores, sino que a la población general.
¿Qué características posee un correcto tratamiento tecnológico del aire?
Debe ser capaz de diferenciar los diferentes procesos y contaminantes relacionados a la actividad realizada. No existe una solución única para todos los problemas relacionados con el aire. La mejor manera de tratar la contaminación aérea es mediante la estrategia del Overkill, es decir: no basta con una solución, sino varias, implementadas en simultáneo para reducir al mínimo la posibilidad de que las personas sean perjudicadas.
¿Qué beneficios directos e indirectos tiene en la calidad de vida de las personas?
Los beneficios son múltiples y están documentados mediante estudios científicos nacionales e internacionales. Hay muchas dolencias que las personas experimentan en el día a día que no vinculan directamente a la calidad del aire por desconocimiento, como por ejemplo, fatiga, dolores de cabeza, irritación de las mucosas y vías respiratorias e incluso, en casos muy extremos, aparición de cáncer y enfermedades crónicas.
Además de evitar estos síntomas, contar con una buena calidad del aire supone una mejora en la calidad de vida de las personas, ya que aumenta la oxigenación sanguínea, disminuye el ácido láctico en la sangre, aumenta la expectativa de vida, mejora la calidad del sueño, se incrementan los niveles de concentración y se mejoran los tiempos de reacción.
¿Se pueden prevenir condiciones negativas a futuro gracias a un correcto tratamiento del aire?
La mala calidad del aire, según cifras de la OMS, supone la causa de muerte prematura de 7 millones de personas al año. Además, se pueden evitar enfermedades como el asma, rinitis aguda, cefaleas, e incluso tumores cancerígenos. La calidad del aire es un aspecto fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas, ya que al controlar de manera correcta los contaminantes que respiramos, aseguramos un ambiente protegido en el que desarrollarnos.
