La directora de la entidad, Kristina Georgieva, aseguró que la acelerada recuperación de Estados Unidos y China y el aumento de las tasas de interés extraerá capital de los países más vulnerables.
El mundo debe prepararse para una crisis de deuda en los mercados emergentes a medida que la economía mundial emerge de la pandemia del coronavirus y las tasas de interés suben, extrayendo capital de los países vulnerables, advirtió la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un discurso virtual, antes de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial la próxima semana, Kristalina Georgieva aseguró que un endurecimiento de las condiciones financieras podría desencadenar “significativas” salidas de capital. Sus advertencias llegaron precisamente en momentos en que los rendimientos de los bonos del gobierno de EEUU aumentaban a su nivel más alto desde enero de 2020.
Las salidas de capital de las economías emergentes a medida que suben las tasas de interés de EEUU, tal como ocurrió durante el episodio conocido como la“taper tantrum” de 2013, “plantearían grandes desafíos, especialmente para los países de ingresos medios con grandes necesidades de financiamiento externo y elevados niveles de deuda”, según Georgieva.
La presión sobre las economías emergentes aumentará además porque muchas de ellas dependen de los sectores que se han visto más afectados, como el turismo, que tardará mucho más en recuperarse de la pandemia, agregó.
Sus comentarios siguieron a las advertencias realizadas a principios de esta semana por António Guterres, secretario general de la ONU, quien comentó a Financial Times que los intentos por abordar las consecuencias financieras de la pandemia habían sido “demasiado limitados y demasiado tardíos”.
Los consejos del Fondo
Georgieva instó a los países miembros del FMI a apoyar los esfuerzos para aliviar las presiones financieras en las economías de ingresos medios y bajos, incluido el plan para emitir US$ 650 mil millones de nuevos Derechos Especiales de Giro (DEG) en el fondo, lo que daría a los gobiernos reservas de divisas adicionales sin incurrir en más deuda.
Es probable que se alcance un acuerdo sobre los DEG en las reuniones de primavera de la próxima semana, después de que el Grupo de Siete (G7) naciones industrializadas respaldara la medida a principios de este mes.
En general, la recuperación mundial está demostrando ser más fuerte de lo que el FMI y otros esperaban apenas a principios de año. Georgieva aseguró que el Fondo está preparado para aumentar su pronóstico de crecimiento global de 5,5% para 2021, en parte como respuesta al estímulo estadounidense de US$ 1,9 billón (millón de millones) del presidente Joe Biden, que aumentó el esfuerzo fiscal global durante la crisis de US$ 14 billones a US$ 16 billones.
“Sin estas medidas sincronizadas, la contracción global del año pasado habría sido al menos tres veces peor. Solo piénsenlo, esto podría haber sido otra Gran Depresión”, comentó Georgieva.
A pesar de esto, “las fortunas económicas están divergiendo”, pues según la directora general de FMI, es probable que las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, se recuperen rápidamente en los próximos meses.
Para ella, abordar esa divergencia será el principal desafío para la economía global y las organizaciones internacionales este año. “Lo que hagamos ahora dará forma al mundo postcrisis. Así que debemos hacer lo correcto”, recalcó.
Eso significa abordar las posibles cicatrices de la pandemia, como el deterioro en las perspectivas laborales para los jóvenes, las mujeres menos calificadas y los que tienen trabajos precarios, agregó.
La directora del FMI pidió “darles a todos una oportunidad justa para llevar la pandemia a un final duradero y buscar un mejor futuro para las personas vulnerables y los países vulnerables para allanar el camino hacia una recuperación inclusiva y sostenible”.
Para lograr esto, el Fondo recomendó a sus miembros adoptar un plan de tres puntos, comenzando con más estímulos y esfuerzos para mejorar la producción y distribución de las vacunas Covid-19.
Luego, los países deben restaurar la situación de sus finanzas públicas, pero esto debe hacerse con cuidado y en sincronía con el levantamiento de las restricciones, para que las economías no sufran una caída repentina del apoyo.
Finalmente, los gobiernos deben buscar invertir fuertemente para fomentar un crecimiento tecnológico más ecológico y que produzca una prosperidad más sostenible, aseguró Georgieva, advirtiendo que solo los países más ricos tienen los recursos para seguir este plan por su cuenta.
“Las naciones más pobres corren el riesgo de perderse lo que es una transformación histórica hacia una nueva economía global construida sobre bases verdes y digitales”, mencionó Georgieva.
Fuente: Diario Financiero