El aumento de la demanda de los fabricantes de automóviles ha superado la oferta y eso provocó que se disparen los precios del carbonato de litio. Como consecuencia la transición energética podría verse frenada por la escasez de materiales y de capacidad de refinado.
Así lo explicó la multinacional estadounidense de banca de inversión y de servicios financieros, Morgan Stanley.
“Los fabricantes de baterías para vehículos eléctricos tendrán que subir los precios casi un 25% debido a la subida de los precios del carbonato de litio, lo que provocará una reducción de los márgenes y una posible destrucción de la demanda”, argumentan los analistas.
Según la multinacional, los precios chinos del ingrediente clave de muchas baterías, se han quintuplicado en el último año y la repercusión de los costos podría obligar a los fabricantes de vehículos eléctricos a subir los precios hasta un 15%, afectando a la demanda.
“Históricamente, la curva de precios de las baterías había descendido a un ritmo del 3% al 7% anual durante tantos años seguidos que casi parecía inevitable”, describe Jack Lu, analista de Morgan Stanley.
“La mayoría de los fabricantes de baterías de China, que domina la industria de las baterías de iones de litio, compran el material en el mercado al contado, en lugar de hacerlo a través de contratos a largo plazo. Sin embargo, grandes empresas como Contemporary Amperex Technology Co Ltd. pueden obtener algún descuento”, explican en la publicación.
Sin embargo, destacan que aún hay margen para cambios profundos a largo plazo en la industria de las baterías: “la escala, la tecnología y la integración vertical de Tesla la sitúan en la mejor posición para afrontar los retos en relación con otros fabricantes de vehículos eléctricos”.
