El presidente de Enaex aseguró que el Covid-19 evidenció que la telepresencia es una herramienta fundamental para dar continuidad y seguridad a los procesos.
“El sector minero nacional e internacional sigue enfrentando problemáticas que deben ser abordadas oportunamente bajo puntos de vista distintos a los tradicionales, y es aquí en donde los esfuerzos conjuntos entre las empresas mineras y sus proveedores adquieren un rol fundamental para la sostenibilidad de la industria”.
Esta fue una de las principales reflexiones que sinceró el presidente de Enaex, Juan Eduardo Errázuriz, en la carta contenida en la memoria de la compañía, en la que abordó la pandemia por el Covid-19, pero también los hitos que han marcado la gestión de la filial del grupo Sigdo Koppers en el último año.
Según su análisis, el virus evidenció que la telepresencia es una herramienta fundamental para dar continuidad y seguridad a los procesos en períodos donde existe exposición ante riesgos en el entorno.
Precisamente durante el año pasado, indicó que “se obtuvieron aprobaciones de las autoridades para que nuestros clientes puedan incorporar las operaciones remotas de voladura en sus procesos”.
Esto significa, explicó, “poner a prueba importantes avances en torno al gran desafío de robotizar los procesos de voladura en los que se ha estado trabajando en los últimos años”. “Sin duda, estos permisos significan un gran paso para Enaex Robotics, así como también para la minería en Chile”, enfatizó.
También, en su misiva, el empresario reconoció que a nivel mundial, durante el año 2020, los efectos de la pandemia producto del Covid-19 fueron “muy complejos”, pero el compromiso de la empresa “se mantuvo intacto”.
En línea con el plan estratégico de la compañía, orientado a potenciar su desarrollo en las regiones mineras más relevantes del mundo, sostuvo que en los últimos cinco años Enaex ha ingresado con sus propias operaciones a mercados mineros consolidados, así como a otros emergentes, bajo una estrategia de internacionalización desarrollada para agregar valor a la compañía y acompañar a sus clientes en todo el mundo.
Por ejemplo, destacó en este proceso, en el año 2015 la adquisición de Enaex Britanite, la mayor firma brasileña de explosivos, y del grupo francés Davey Bickford Enaex, uno de los principales fabricantes y distribuidores mundiales de detonadores electrónicos para la industria de explosivos.
Durante el año 2020, valoró que hicieron efectivo el ingreso al mercado sudafricano como socio controlador de Enaex Africa, una nueva empresa de servicios de voladura, formada junto con la división de explosivos de Sasol South Africa Limited.
Además, indicó que en noviembre la compañía firmó un acuerdo para adquirir el 100% de Downer EDI Mining-Blasting Services, empresa australiana de fragmentación de roca, completando todo el rango de servicios a la minería en uno de los mercados más grandes del mundo.
Fuente: Diario Financiero