La nación alista la hoja de ruta con la que se busca utilizar el hidrógeno como combustible, la cual será presentada en septiembre por el Ministerio de Minas y Energía (MME).
El plan que está terminando de trazar la cartera minero energética no solo busca dejar estructurado un marco regulatorio para su uso, sino además el de sentar las bases para su producción, como fuente de energía limpia a largo plazo.
Además, esta hoja de ruta calculada para los próximos 30 años establecerá las reglas de juego para su exportación, para uso en el transporte y la industria.
El Ministro, Diego Mesa, aseguró que “este elemento complementará la Transición Energética del país porque aprovecha los recursos de las energías renovables, provenientes del sol y del viento, para generar este energético por medio de electrólisis y así producir electricidad en días sin viento o en periodos sin luz solar, permitiendo avanzar hacia un sector energético más moderno, eficiente, confiable y sostenible”.
Agregó que, “el desarrollo de la economía del hidrógeno permitirá descarbonizar otros sectores como la industria y el transporte, apoyando el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de gases efecto invernadero. Además, constituye una oportunidad comercial para el país, en un mercado con expectativas de crecimiento acelerado”.
EJES DE LA HOJA DE RUTA
La hoja de ruta que está trazando el MME para el uso del hidrógeno como combustible, ofrecerá incentivos para su producción y oferta, incluidas deducciones fiscales, buscando con ello fomentar la participación de empresas del sector privado.
De acuerdo a El Portafolio, son tres los ejes que la sustentarán esta ruta: el primero, tiene que ver con la viabilización de la producción y uso de hidrógeno verde y azul, con acciones concretas a nivel técnico, legal, institucional, comercial y financiero, priorizando aplicaciones y evaluando el potencial de producción y demanda, para horizontes de corto, mediano y largo plazo.
El segundo, está relacionado con el cierre de brechas regulatorias. Y, finalmente, el tercero, plantea estrategias de apoyo a proyectos piloto con cooperación internacional para transferencia tecnológica y fortalecimiento de las capacidades del sector.
Con respecto a los beneficios tributarios por inversiones para el desarrollo del hidrógeno como combustible, serían las mismas que existen para las fuentes renovables no convencionales. Estos consistirán en la deducción especial de renta, depreciación acelerada de activos, exclusión del IVA y exención de derechos arancelarios.
“El país está interesado en desarrollar nuevas tecnologías limpias como la del hidrógeno, para respaldar nuestro compromiso de reducir las emisiones y mejorar la eficiencia energética y, además, nos daría un mejor acceso a los mercados internacionales y alianzas comerciales a largo plazo con socios estratégicos”, sostuvo el ministro Mesa.
COMBUSTIBLE CLAVE
Es importante destacar que esta hoja de ruta establece tres razones fundamentales, para considerarlo como otro combustible clave en la transición energética.
La primera, es la sinergia entre la energía renovable y el hidrogeno por su facilidad de almacenamiento. “Cuando los niveles de energía solar o eólica son altos, el exceso se puede usar para generar hidrógeno por medio de electrólisis para producir electricidad en días sin viento o en periodos sin luz solar”, recalcó el ministro Mesa.
La segunda, es el desarrollo de la economía del hidrógeno que permitirá descarbonizar otros sectores como la industria y el transporte, apoyando el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de gases efecto invernadero.
Y la tercera, constituye una oportunidad comercial para el país, en un mercado con expectativas de crecimiento acelerado.