Cinco aspectos esenciales para una buena gestión social minera

El especialista minero y de gestión social Eduardo Lanao nos comparte en su columna exclusiva para América Minera uno de los aspectos más sensibles y que ponen en mayor riesgo un proyecto minero: la gestión social minera.

“A continuación, haré un breve resumen de los cinco aspectos más relevantes para poder realizar una buena gestión social minera que reduzca la posibilidad de que se genere una problemática social en general y no solo en el área de influencia directa”, explica.

1. La gestión social va antes de la geología: Uno de los errores más frecuentes es empezar con la cuadrilla de geólogos y el levantamiento de la información mineral de la zona antes de realizar un diagnóstico con un equipo social idóneo. Es necesario recordar que la primera impresión es la más importante y muchas veces es un proceso intercultural que requiere un trabajo minucioso y un acercamiento adecuado. En suma, un mal paso al inicio del proyecto nos puede costar el proyecto.
2. Convencer no es crear un vínculo: Muchas veces en la cultura de negocios se busca una total orientación a los resultados, estableciendo estrategias y tácticas para persuadir a la población a favor de dar inicio. Sin embargo, muchas veces no se genera un vínculo con la población (con quién se va a convivir por largos años), el cual hay que evaluar permanentemente, a través de lecturas sociales que no solo debe realizar la empresa minera, sino a través de terceros y gente de la zona que nos brinde información transparente y sincera.
3. Realizar un Plan de Desarrollo Social (PDS): La importancia del PDS radica en que exista una hoja de ruta con plazos en la cual, al trabajarse con los pobladores del entorno, se podrá evidenciar que lo que quieren no necesariamente es lo que necesitan. Por ello, será importante trabajar con un equipo de facilitadores que no pertenezcan a la empresa, a fin de poder tener un acercamiento más efectivo y que, ante la posibilidad de reclamos, sea la empresa quien entre a mediar y no se exponga. Además, el PDS permitirá que, ante algún problema con la población, se pueda analizar objetivamente y no subjetivamente. Recordar que un problema se vuelve un conflicto cuando se hace personal.
4. La solución no siempre es el dinero: Es más, en la gestión social, el dinero casi nunca es la solución. A lo mucho será un medio en algunos casos. Se recomienda evitar generar una relación de tipo económico, porque ésta puede incrementarse más y más o llegar a identificar al titular minero como una fuente de subsidio y, en el peor de los casos, se le podría ver como si fuera el Estado. Además, recordemos que las necesidades son ilimitadas y los recursos limitados, así que si caemos en el juego de satisfacer necesidades económicas, en algún momento no será posible.
5. ¿Acciones de la empresa minera para las comunidades del entorno?: Mi recomendación es no hacerlo. Lo que se recomienda es, en primer lugar, al momento de realizar la contratación a proveedores, valorar en la licitación con un puntaje extra a aquellos que contraten empresas comunales o a personas del entorno. Adicionalmente, lo que se puede hacer es crear una empresa comunal y ofrecerles el management. En mi experiencia, he podido observar que con un buen management las empresas comunales obtienen los estándares de calidad idóneos y así se vuelven competitivas y prósperas.

Finalmente, es necesario liderar la comunicación respecto al valor que genera la actividad minera formal en América Latina. Este es un trabajo que urge realizar a todo nivel, empezando con los más jóvenes y desde los canales de comunicación que ellos utilizan, como son las redes sociales. Solo así, al momento de llegar a la zona, nos precederá una imagen positiva. Porque donde llega la minería, siempre llega el desarrollo.