El Ministerio de Hacienda realizó su primera emisión soberana de un bono vinculado a la sostenibilidad (SLB), con resultados destacables, a pesar de los difíciles momentos, alta volatilidad e incertidumbre que atraviesa la economía y los mercados globales.
La colocación del nuevo bono SLB en dólares con vencimiento en 2042 fue de US$2.000 millones, con una demanda que alcanzó un total de US$8.100 millones, 4,1 veces el monto colocado. La tasa final alcanzada fue de 4,346%, lo que deja de manifiesto la confianza en la economía chilena de los mercados internacionales, así como el liderazgo de Chile en finanzas verdes internacionales, al ser el primer país del mundo en emitir este tipo de bonos, destacó el Ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda.
La operación fue muy exitosa en varias dimensiones. En primer lugar, alcanzó una alta demanda de US$8.100 millones, 4,1 veces el monto colocado de US$2.000 millones, diversificada no solo por tipo de inversionista sino también por geografía. Esto es particularmente relevante considerando las difíciles circunstancias globales actuales.
El spread de 200 puntos base sobre la tasa a 20 años del Tesoro norteamericano también es destacable, considerando un ajuste de 40 puntos base desde el precio indicativo inicial (IPT, por su sigla en inglés), e implica un concesión de premium de sólo 15pb, inédito en esta coyuntura de mercado. De esta forma, la tasa final alcanzada fue de 4,346%.
“La emisión de nuestro primer bono SLB demuestra nuestro firme compromiso para avanzar con acciones concretas ante el cambio climático, no solo a través del financiamiento de proyectos verdes, sino también fijando compromisos financieros con el éxito en la consecución de nuestros objetivos climáticos. En un contexto internacional de mayor turbulencia financiera, se destaca la confianza de los mercados internacionales en nuestro país, al premiar con una importante demanda, proveniente de una amplia base de inversionistas”, señaló el Ministro de Hacienda.
En cuanto a la demanda, ésta se compuso de más de 236 cuentas de inversionistas provenientes de Europa, Asia y de todo el continente americano. Esto refleja tanto la solidez macroeconómica del país como el exitoso resultado de los esfuerzos de marketing realizados por el Ministerio de Hacienda, a través de reuniones virtuales con inversionistas (roadshows), con el fin de atraer el interés internacional. Estos esfuerzos complementan los realizados por mantener informados a los inversionistas tradicionales a través de newsletters y otras líneas de información.
A lo largo de los años, Chile ha reforzado su compromiso con la mitigación del cambio climático y la protección del medio ambiente a través de iniciativas tanto nacionales como internacionales. La emisión de este bono SLB busca fijar otro hito en el compromiso de la nación. Atendiendo a la inminente necesidad de transitar hacia una economía de cero emisiones netas de carbono para el año 2050, diversos ministerios, entre ellos el de Hacienda, han creado áreas especializadas para abordar el cambio climático, promover la cooperación público-privada y alinear incentivos en esta dirección de los distintos actores.
La operación de hoy reafirma el liderazgo de Chile en el mercado de bonos temáticos, siendo el primer país en el continente americano que ha emitido bonos verdes en 2019 y, que desde el año 2020 también ha ampliado el set de instrumentos de deuda con la emisión de bonos sociales, y bonos sostenibles. Ahora, en 2022, Chile se transforma en el primer país del mundo en emitir un SLB. Considerando la operación de hoy, se ha emitido desde 2019 el equivalente a aproximadamente US$ 33.000 millones en bonos temáticos, de los cuales US$ 17.800 millones son bonos sociales, US$ 7.700 millones son bonos verdes, US$ 5.500 millones son bonos sostenibles y US$ 2.000 millones en bonos SLB. Con la emisión de hoy, los bonos temáticos representan un 28,7% del stock de deuda del Gobierno Central, porcentaje que se ubica entre los mayores del mundo.
Contexto de la emisión
Los SLBs son un tipo particular de instrumento financiero diseñado para incentivar el cumplimiento por parte del emisor metas ambiciosas y predeterminadas en materia de sostenibilidad, las cuales son medidas por Indicadores Clave de Rendimiento (KPIs por sus siglas en inglés de key performance indicators). A diferencia de los bonos verdes y otros bonos con etiqueta de sostenibilidad, estos instrumentos no están relacionados con proyectos o gastos concretos, sino que los cupones del bono están vinculados al logro de los objetivos. Si se incumple un objetivo, habrá una penalización financiera para el emisor, que generalmente adopta la forma de un mayor cupón.
